Jovellanos, 6 de abril de 1960
Sr. Ventura Luis
La Lisa, Marianao
Mi dulce amado:
Te saludo con todo mi amor en el nombre del Señor, y pido a Dios te encuentres bien a pesar de toda la tormenta que está a tu alrededor. Yo bien, gracias a Dios, solo un poco triste por los últimos acontecimientos, pero como dice la circular, que no debemos extrañarnos por eso, ¿verdad? Lo que sí me siento mucho más responsable para ser mejor, ¿y tú?
Yo pienso que Dios ha declarado el sueño que tuviste hace poco, aunque no me lo mandaste a decir.
Siento mucho lo que tú has tenido que sufrir, pero yo pienso que con la ayuda de Dios tú sepas mantenerte en verdadera templanza, que nada de estas cosas te amedrenten ni apoquen tu fe. Estoy orando a Dios con toda mi alma en tu favor.
Mi vida, yo te contesté aquella carta que me enviaste con Estrada; te la envié con Nery, o es decir, se la dejé a él para que te la llevara. Perdóname en la forma de expresarme en esa carta, porque creo que está un poco dura.
Te diré que Juanita mi hermana sigue mala, pues la han llevado a muchos lugares y cada día sigue peor. Ora por ella para que Dios tenga misericordia y la cambie. A mí me parece que Dios está afligiendo a Juanita por causa de María.
Cuando me contestes dime algo de tu familia.
Amado mío, recuerda que siempre te quiero y cada día que pasa mi amor crece más y más; creo que no pudiera decirte con palabras lo mucho que te quiero; todo lo mejor lo deseo para ti.
Sin más por ahora, recibe el cariño de tu novia que te ama sinceramente y desea estar a tu lado,
Lucía González de Luis
Notas: Escríbeme a Matanzas, pronto y bastante. Saludos a todos en mi nombre. Hasta la tuya, mi amor. |